sábado, 22 de marzo de 2014

De Profundis


Plegaria por un difunto


¡Oh dulcísimo Jesús! Vos sois nuestra única esperanza y por eso acudimos a Vos y os decimos llenos de confianza en vuestra bondad; acordaos, que cuando cargado con la Cruz, subíais penosamente la cuesta del Calvario, dejando señaladas con sangre las huellas de vuestros pasos, pensabais en la salvación de nuestras almas, y entre ellas la de vuestro siervo……….; recordad Señor, que al dejaros enclavar en el infame madero, os ofrecisteis víctima pura y generosa para obtenernos la gracia del perdón. Usad entonces, Oh buen Jesús de piedad y misericordia para con él. Os lo pedimos por vuestras divinas llagas y los dolores de vuestra afligida Madre, a fin de qué cuanto antes lo recibáis en vuestro seno, y allí goce de la Paz en compañía de los bienaventurados por toda la eternidad. Así sea.
Padre Nuestro y Ave María

Oración de San Agustín


Recibid, Dios misericordioso, a aquel a quien lloramos, haced brillar sobre él vuestra luz, dadle vuestra paz, santificadnos a nosotros de modo que podamos reunirnos un día al que tanto hemos querido y a vos, Dios mío a quien debemos amar sobre todas las cosas. No ha muerto aquel a quien sentimos tan vivamente en nuestro corazón por el recuerdo de sus virtudes y por la seguridad que abrigamos de que su recompensa será eterna.
San Agustín

Padre Nuestro y Ave María