Clemente VIII concedió sacar un alma del Purgatorio a todos los fieles, cuantas veces rezaren esta oración:
Señor, Dios, que nos dejaste la señal de tu pasión en la Sábana Santa
en la cual fue envuelto tu cuerpo Santísimo, cuando por José fuistéis
bajado de la Cruz; concédenos ¡oh piadosísimo Señor! que por tu muerte y
sepultura santas te hayas dignado llevar a tu siervo........., a
descansar en la Gloria de la Resurrección, donde vives y reinas con Dios
Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los
siglos. Amén.
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