Señor nos lo habéis dado para hacer nuestra felicidad, nos lo
quitáis, con el corazón desgarrado por el dolor os decimos: Cúmplase vuestra
divina voluntad y dadle en gloria, lo que nos ha dado él en cariño.
Desde aquí esperamos se rece por el descanso de los difuntos, de nuestros seres queridos o incluso de aquellos que no hemos conocido en esta vida. Se visite el Cementerio como lugar de oración, reflexión y esperanza en la vida eterna. Vivir con esperanza y alegría, con la mirada puesta en la eternidad y la certeza de la vida más allá de la vida.
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