Dulcísimo Jesús, que en la Caridad de tu Corazón, en la Fe y
en la Esperanza pusiste toda virtud, te pedimos por el alma de tu sierva………, la
cual de tal manera amó a los suyos, como si en su corazón de madre mantuviera
ardiente una centella desprendida de tu Corazón divino; que sacaba del fervor
de su fe palabras de aliento aun en el momento de la separación dolorosa,
alentando su esperanza en Vos y enjugando nuestras lágrimas. Concédele benigno
el premio de madre cristiana junto al trono de tu Familia Santa, a fin de que
acrecentando ahora su amor y su poder, sintamos el influjo de su cariño los que
recordamos los ejemplos de virtud y bendecimos los desvelos de nuestra
queridísima madre.
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